./ Obras

Mostros

Dry pen sobre cartulina y fotografias

Una obra nunca está terminada. Siempre puede agregársele un toque más.Siempre podría pasar algo más.Esta idea poco tranquilizado, se ve compensada por el hecho de que la obra está contenida.generalmente-dentro de su propio espacio. Y allí encerrada resulta menos inquietante.Sabiendo lo que hacíamos – aunque sin saber por qué rompimos ese espacio. Y ante nuestra sorpresa liberamos una irregular sensación de infinito e inquietud. El sentimiento que acompañó este trabajo se hace difícil de describir. Fue una sensación de vértigo. De un vértigo casi infantil.Como cuando uno se ponía frente a los espejos laterales del dressoir (del cuarto de los padres)y veía repetida muchas veces la misma imagen. y uno se decía: “ah pero yo soy,yo soy,yo soy, soy yo, pero quién es el que mira? A partir de un primer trabajo surgieron varias generaciones sucesivas y simultáneas. Cada una de ellas tiene valor individual, ya que no sólo es una foto de la anterior o de una parcialidad de la anterior, sino una recreación que es vuelta a recrear a través del dibujo y nuevamente de la fotografía. Y luego nuevamente por el dibujo y así indefinidamente.

La creación a DUO de distintas generaciones gráfico-fotográficas  ha hecho aparecer imágenes imposibles para una sola mente y/o para un solo acto creativo-asociativo (La Esfinge, El Rinoceronte) Es el producto, sin duda, de la búsqueda originada con la intención de revolver un poco el infinito, de pispear a través de la trama de la realidad, pero sin tener un sentido original prescrito. En síntesis. Una tarea con intención pero sin sentido.

Contactar al artista