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La Obra de Patricio Bonta

Configura una reflexión sobre la condición humana. Desde un estado emocional profundo, nacido de su propia circunstancia, vuelca su angustia en potentes visiones dramáticas. No liberado de la tradición de la historia del arte, la urgencia por encarnar sus sentimientos más profundos que se impone a la articulación de sus imágenes, no le impide crear una personal estética expresionista, portadora de sus metáforas referidas al insoslayable dolor humano.
La serie de los trabajos más recientes de Bonta, las Crucifixiones, revelando una espiritualidad trascendente, conmueve por esa enorme fuerza expresiva que remite a la vida y a la muerte. Elevado a una dimensión mística, el artista hace más cercana la comprensión de las incertidumbres del hombre moderno, incorporando al renovado drama de Cristo un oscuro protagonista, que el el lacerado habitante del medio urbano.
En las Crucifixiones, como en los trabajos de los más viscerales pintores del expresionismo, Bonta utiliza materiales nobles y tradionales del arte popular, tales como madera, que resemantizados, adquieren una grave dignidad. Las obras están conformadas por fragmentos pintados que se yuxtaponen para formar una cruz. La desarticulación entre los brazos y el resto del cuerpo, muestra un desmembramiento doloroso que el espectador intentará recomponer ante la necesidad de buscar salidas frente al sinsentido del sufrimiento.El color intenso, aplicado con pinceladas enérgicas, contribuye a elaborar zonas de formas confusas que indican la exaltación de un estado de tensión intenso. Algunos trazos vilentos distribuidos en la superficie, actúan como acentos que dinamizan la composición.
Sin embargo, en los presagios que emanan de las figuraciones tan contemporáneas de Patricio Bonta, ante la espiritualidad de su creación se puede intuir nuevos sentidos que iluminen la condición humana.

Sarah Guerra

(AACA-AICA)

En un mundo del arte literalmente sitiado por instalaciones, happenings y ready-mades insignificantes, que reproducen la provocacion (¿?) de un mingitorio que ya lleva 100 años, Patricio pinta.
¿Qué es lo que nos dice Patricio con estas imagenes de Cristo? Acaso quiera transmitirnos que hay una crucifixión que debemos aceptar, y es que nunca entenderemos el sentido de la vida, ni sabremos qué hay del otro lado del horizonte.
Quizás estas imágenes conjuran la crucifixión que hay en el conocimiento, que no es más que otra Torre de Babel y nuestra pretensión de ciencia, otra confusión, otra fábula.
Seguramente estas crucifixiones están presentes y también otras que hoy todavía no advertimos. Pero los siete Cristos transmiten esperanza.
Siete son los planetas, siete las notas que su música produce y siete los días que Yahvé usó para gestar la Creación. Siete es el número tachado en nuestra conciencia, prohibido para nosotros, porque es el número de Dios.
Y siete son los Cristos de Patricio.
Dicen que podemos quebrar el encanto ruinoso que nos acecha.
Que si consagramos el saber al espíritu, podemos recuperar la libertad, podemos regresar del exilio y de la muerte del alma.
Los siete Cristos nos dicen que Patricio regresó y que todos podemos hacerlo.

Julio César Crivelli

 

INAUGURACION – CENTRO CULTURAL BORGES 

Video de «Los Cristos de Bonta» en Youtube.

Musica de Béla Bartok

Dirección y Animación por Juan Pablo Bouza. Animación basada en 7 pinturas de Patricio Bonta.